mayo 19, 2011

¿Por qué fracasan los equipos?

¿Por qué fracasan los equipos?

    ¿Por qué fracasan los equipos? 
       Trabajar en equipo, está reconocido por muchos como una de las principales herramientas para mejorar la productividad y resultados en las empresas. Queremos un equipo de alto rendimiento. Sin embargo, nos enfrentamos con grupos de empleados que están desbandados, todos trabajando, pero no vemos los resultados y por múltiples razones sentimos el equipo al punto del colapso. Las razones por las cuales, un equipo fracasa, son múltiples. Pues cada equipo tiene sus propias debilidades y oportunidades de mejoramiento. Sin embargo, voy a exponer algunas de las principales razones por las cuales los equipos pueden fracasar y cómo atenderlas.
  1. Definición pobre de meta, objetivos, propósitos y tareas. Si el equipo no sabe claramente cual es la meta, su importancia, las tareas que deben realizarse para lograr los objetivos y quienes son los responsables de ejecutar cada tarea, la eficacia del equipo disminuye dramáticamente. Si su meta no inspira al equipo, es hora de reevaluar su meta.
  2. Sobrecarga de trabajo. En muchas ocasiones nos están pidiendo que trabajemos en un equipo, adicional a una carga de trabajo completa. Y cada vez nos asignan más trabajo del que se es capaz de realizar, por lo que poco a poco los miembros del equipo empiezan a quemarse en el proceso. La repartición de tareas dentro de un equipo, debe ser equitativa. Si alguna tarea, constantemente está rezagada, es tiempo de evaluarla y rediseñar con su equipo, para aumentar la posibilidad de lograrla.
  3. Ausencia de normas y reglas claras. Las normas dan estructura y claridad de dirección para lograr los objetivos. En ausencia de normas, no sabemos como proceder y cuando hay problemas esta ausencia de reglas hace que el caos aumente.
  4. Los líderes del equipo no controlan o lideran a los miembros de forma adecuada. Cuando dejamos a la gente en el libre albedrío, la gente tiende a hacer lo que quiere, sin importar prioridades. En este libre albedrío, puede suceder de todo, y ese todo, puede no necesariamente acércanos a los objetivos propuestos. Como líder, usted es el responsable del seguimiento y dirección de cada miembro, siendo a su vez un facilitador en la identificación de recursos para la consecución de los objetivos.
  5. Cultura de trabajo individualista. Se presenta claramente en la agenda individualizada, que busca sus fines personales sobre los del equipo. Miembros orientados al reconocimiento y trabajo individual, resultan un reto. Lograr que estos individuos dejen sus intereses personales por las metas del equipo, para muchos líderes se convierte en una tarea difícil y a veces imposible. Si este es su caso, capacite a su grupo en trabajo en equipo y toma de decisiones de grupo, para que siente una base de terreno en común, sobre las cuales negociar expectativas individuales, frente a los acuerdos del equipo.
  6. Resistencia a asumir responsabilidades delegadas.  La resistencia puede convertirse en una barrera sustancial para utilizar equipos de trabajo. La recomendación principal, para el líder, es que trate de asignar las tareas de manera que sean compatibles con los conocimientos, habilidades y destrezas de cada miembro.  En aquellos casos, en que usted tiene más de un talento, para la misma asignación, conversen entre todos y lleguen a un acuerdo de asignación de responsabilidades. Si es usted el colaborador del equipo, al que le asignaron una tarea que no le gusta, trate de conversarlo con el líder y mientras se llegan a otros acuerdos, comprométase al 100% con el trabajo que le asignaron. Si está en un equipo, es por que necesitamos de los talentos y colaboración de todos sus miembros. Y usted, de seguro es una parte importante, para lograr los resultados propuestos.

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